Reflexiones de una adolescente ....
Aquí estoy,
escribiendo en esta hoja de papel, después de “tanto tiempo”.
¿Por qué?, ni yo misma
lo sé, supongo que para intentar aclarar un poco mis ideas, porque lo cierto es
que ¡estoy hecha un lío!
No sé lo que quiero,
ni cómo lo quiero, no sé si esta será otra de mis malas rachas, o si realmente
será que me he quitado la venda de los ojos y empiezo a ver claro dónde me estoy metiendo.
¿Dónde?.... pues en un
“callejón sin salida”, ¿por qué? Porque me he dejado llevar por una fácil
estabilidad que me permitió salir del “acoso” de la “presión” a la que estaba
sometida.
Y …. así …. sin darme
cuenta, con una venda delante de los ojos he pasado estos últimos años de mi
vida.
¡Parece mentira! Y yo
que llegué a creer que era feliz, que tenía lo que quería……
¡Y no es cierto!, ni
mucho menos, lo bueno del caso es que todo esto no es nuevo para mi, no es la
primera vez que me lo planteo.
Me di cuenta hace
mucho tiempo. Pero era más fácil hacerse “la sueca” dejarse llevar por la
corriente, dar una buena imagen de persona formal y asentada…
Y … todo porque la
mentalidad de la gente es “estrecha” y para que no te apunten con el dedo y por
no tener que dar explicaciones, tú vas y … ¡les sigues el juego! creyendo ingenuamente
que lo que tienes, lo que haces y lo que quieres está aquí, en este antipático lugar.
¿Qué ocurre? Pues que
cierta y objetivamente lo único que tienes son ataduras, cadenas, represiones
que implican explicaciones a todas horas, seguir la línea que “ellos” te marcan
y …¡no se te ocurra torcerte! Porque entonces, si pueden, ¡te hunden! Y para que
no lo logren tienes que ser más fuerte que ellos.. y eso … a veces … ¡es tan difícil!
“Fermentar” a la vez
que ellos, ¿o intentar vivir la vida?
Mis mejores años son
estos, no van a volver nunca… ¡No puedo
tirarlos a un pozo sin fondo!, no puedo conformarme con lo que me dan, para mí
no es suficiente, tengo 22 años, muchos sueños, e ilusión por vivir
intensamente cada momento, no puedo ¡de ninguna manera! Sentarme a esperar lo
que esta maldita sociedad quiera darme, no puedo volverme conformista, ¡nunca lo
he sido! ¿Por qué habría de cambiar ahora?
¡Qué contradictorio es
todo! Tengo tan claro que quiero ser feliz y “tanto miedo” a no llegar a
conseguirlo nunca….. que estoy otra vez en el principio!.....
¿Estabilidad o
aventura, riesgo?..... ¿felicidad o pasividad? … ¿empezar de cero o cómodamente
seguir como estoy? …
Qué triste es tener
tantas ganas de vivir, de sentir la vida, de querer, de compartir, de convivir
libremente y …. tener que reconocer que ¡NO! ¡No puedes!, no está bien!, ¿qué dirán?
Me siento tan “vacía”
y tan llena al mismo tiempo, tan triste y tan feliz…..
¿Sabes Lucía?
Piénsatelo bien y asegúrate de lo que quieres y, si puedes, ¡lucha! ¡Lucha por
ello!, no te conformes, ¡adelante!, arriésgate, ¿qué puede pasar?.... nada,
simplemente que , como de costumbre, no te entiendan, que seas un bicho raro y
te intenten cortar las alas, pero ten presente que ningún “hado misterioso” te
va a regalar otra vida para amar y para ¡ser feliz! (perseguir tus sueños)
Por lo tanto, ¡merece
la pena! Pues lo que nunca te podrán quitar son tus buenos momentos, tus días
felices y los maravillosos momentos vividos, ésos serán siempre tuyos y de las
personas con quién los hayas compartido,
….
Siempre será mejor
decir …. “¡un día fuí feliz!”
que no….. Si pudiera
volver atrás....
Esther de Paz
